Nuestro oído, uno de nuestros cinco órganos sensoriales, es sin duda una de las herramientas más importantes en nuestra percepción del mundo exterior.
Pero en el órgano del equilibrio, se pueden producir alteraciones auditivas, a veces por alteraciones congénitas y otras con el paso del tiempo.
La discapacidad auditiva (que puede producirse en un solo oído o en ambos), puede afectar profundamente a las personas social y psicológicamente. La disminución o la pérdida de la audición en el oído afecta negativamente a la vida social y la capacidad de aprendizaje de los niños.
¿Qué es la pérdida de la audición?
La disminución total o parcial en la capacidad de percibir sonidos es la que se caracteriza como pérdida de audición, hipoacusia o sordera. La disminución en la audición no se debe a una sola causa, al contrario, se desarrolla debido a muchos factores biológicos y ambientales. Además, todos los seres vivos con la capacidad de percibir el sonido pueden encontrarse con este tipo de problema auditivo.
El sonido tiene dos características principales.
Uno es su nivel y el otro es su frecuencia. El número de ondas por segundo da la frecuencia del sonido propagado por las ondas de aire. Y esto se expresa en la unidad ‘Herz’. La intensidad de los sonidos se expresa en decibelios (dB).
La exposición prolongada a sonidos por encima de los 80 dB es una de las principales causas de la pérdida auditiva. El sonido de 130 dB y más en una persona con audición normal puede dañar físicamente los oídos.
Hay muchas causas diferentes de pérdida de audición. Desde enfermedades hasta el consumo de alcohol y drogas, desde trabajar en un entorno extremadamente ruidoso hasta infecciones del oído medio. Independientemente de la edad y el sexo, a veces se puede ver en recién nacidos y a veces en edades avanzadas (lo que llamamos vejez).
Perdida Auditiva Neurosensorial (o del oído interno)
Es la más común de los tipos de pérdida auditiva. Se produce cuando se dañan las células ciliadas del oído interno, los nervios que transmiten el sonido al cerebro o el propio cerebro. Es causado principalmente por el proceso natural de envejecimiento o la exposición al ruido/sonido fuerte.
Es posible nacer con una pérdida neurosensorial, pero es probable que se desarrolle con el tiempo. La pérdida auditiva relacionada con la edad es la causa más frecuente de pérdida auditiva neurosensorial, pudiendo variar de leve a severa o tendiendo a empeorar lentamente con el tiempo, dependiendo de ciertas causas.
¿Cómo se diagnostica la pérdida de audición?
- Puede escuchar fácilmente a las personas que conversan con usted, pero si no entiende lo que están diciendo
- Si sube el volumen con frecuencia mientras mira televisión
- Se pierde conversaciones en la comunidad y pide a las personas que repitan sus oraciones con frecuencia
En estos casos, debes realizar una prueba de audición y comenzar el tratamiento auditivo lo antes posible.
Importante: No tener miedo. Cuanto antes acudas a un especialista, mejor será tu calidad de vida.